domingo, 18 de enero de 2009

La Carta de un Amigo...


Antes de nada, una pequeña introducción... Yo soy el tipico intelectual, aquel que siempre busca explicaciones logicas y fundamentadas, pero reencontre la magia, la fé ó como quieras llamarle, no encontrarás nada con intensión religiosa en este blog... pero encontrarás mucho de la intimidad que cambia tu Vida, esa que solo se puede llevar con Dios, la energía, el universo o como tu decidas llamarle.
Quiza encuentres muchos mensajes para ti, muchas coincidencias... Muchas Bendiciones, y para iniciar, te comparto una carta que me dio un gran amigo mio en navidad, carta a la que me permiti añadirle algunas pequeñas cosas, pero creo que será muy util para iniciar esta INTIMIDAD DIVINA. ¡Que mi Padre te Bendiga!...

Querido hijo:

Hola querido hijo, como sabrás, nos estamos acercando otra vez a la fecha de mi cumpleaños. El año pasado hicieron una gran fiesta en mi honor, y me da la impresión de que este año ocurrirá lo mismo. A fin de cuentas ¡Llevan meses haciendo compras para la ocasión y casi todos los días ha habido anuncios y avisos sobre lo poco que falta para que llegue! La verdad es que se exceden, pero es agradable saber que al menos un día al año piensan en mí.

Como tú sabes, ha transcurrido ya mucho tiempo desde que mi cumpleaños fue declarado fiesta nacional. Al principio comprendían y agradecían de corazón lo mucho que hice por ustedes. Pero hoy en día, da la impresión de que la mayoría de la gente apenas y sabe por qué motivo se celebra mi cumpleaños... Sobre todo los niños, ellos solo esperan los regalos.

Por otra parte, me gusta que la gente se reúna y lo pase bien, y me alegra que los niños sobre todo se diviertan tanto; pero aun así, creo que la mayor parte no sabe de quién se trata, ó porque se celebra ¿Lo sabes tú?

Como lo que sucedió, por ejemplo, el año pasado: Al llegar el día de mi cumpleaños, hicieron una gran fiesta… ¿Puedes creer que ni siquiera me invitaron? ¡Imagínate! ¡Yo era el invitado de honor, soy el verdadero motivo de la Fiesta! ¡Pues se olvidaron por completo de mí!

Resulta que habían estado preparándose para la gran pachanga durante dos meses, y cuando llegó el gran día, ¡Me dejaron afuera! Ya me ha pasado tantas veces que lo cierto ya no me sorprende y sobre todo no te recrimino. Aunque no me invitaron, se me ocurrió colarme sin hacer ruido, entré y me quede en un rincón. Y ¿Sabes? Nadie advirtió mi presencia ni se dio cuenta que yo estaba allí.

Estaban todos bebiendo, riendo y pasándola en grande, cuando de pronto se presentó un Señor gordo vestido de rojo y barba blanca postiza, gritando: ¨¡Jo Jo Jo!¨ parecía que había bebido más de la cuenta , pero se las arregló para avanzar a tropezones entre los que estaban, mientras éstos le vitoreaban. Pero se dejó caer pesadamente sobre un gran sillón, todos los niños, emocionados se le acercaron corriendo, chillando: ¨ ¡Papá Noel! ¨ ¨ ¡Papá Noel! ¨ ¡Como si él hubiese sido el homenajeado y toda la fiesta fuera en su honor!

Les dijo que vivía en el polo norte con una pandilla de enanitos, y que cada año se monta en su trineo, tirado por unos renos voladores, y va por todo el mundo repartiendo regalos entre los niños. ¡Te aseguro que en todo lo que dijo no había ni una palabra de verdad! Pero se puso a contarles a los niños impresionables y descabelladas fantasías… Eso también lo entiendo y quizá lo justifico, pues las historias de amor y milagros navideños, son ciertos, pero me siento algo triste de que no se acuerden de mí.

Aguanté aquella “fiesta” hasta donde pude, pero al final tuve que irme. Me levanté y salí por la puerta y no me sorprendió que nadie notara cuando me iba.

Más tarde, caminando por la calle, ¡Me sentí solitario y triste como esos perritos callejeros y abandonados! Tal vez creas que nunca lloro pero esa noche lloré.

Pase por tu casa aquella noche, ¡Tú y tu familia me trataron como un rey! Me emocione profundamente cuando todos ustedes me cantaron ´´Cumpleaños feliz´´ ¡Hacia mucho que a nadie se le ocurría hacer eso! Quiero que sepas que valoro mucho a los amigos como tú, es un consuelo saber que también hay otras personas que me recuerdan este día especial, amigos íntimos como tú, que celebran mi aniversario con una comida sencilla y una agradable reunión.

¡Siempre estoy con ellos en ese agradable día! Me conmovió mucho ver el pequeño pesebre que pusiste con tus hijas en un rincón de tu sala de estar, es muy lindo que la gente conmemore así mi nacimiento. Pero en la actualidad, en algunos países, las autoridades ni siquiera permiten que haya ó pongan nacimientos en los parques, las calles y los lugares públicos ¡Y ni hablar de las escuelas! ¡Fíjate que puede ser más inocente que un pesebre para recordarle a la gente que es mi cumpleaños? ¡Pues ellos lo prohíben! Y lo declaran ilegal ¿Qué será de este mundo?.

Lo que más me asombra de cómo celebra la mayoría de la gente este día, es que en vez de hacerme regalos a mí, ¡Se obsequian cosas unos a otros! Y para colmo, ¡Casi siempre son objetos que ni siquiera les hacen falta! Te voy a hacer una pregunta: ¿A ti no te parecería extraño que, al llegar tu cumpleaños, todos tus amigos decidieran celebrarlo haciéndose regalos unos a otros y no te dieran nada a ti? Pues eso me pasa a mi cada año… Y repito de alguna manera lo entiendo. Mi único deseo es que me recuerdes, que sepas el verdadero motivo de esta celebración.

Una vez alguien me dijo: Es que tú no eres como los demás, a ti no se te ve nunca; ¿Cómo te vamos a hacer regalos? Y yo te respondo... “Pues regala comida y ropa a los pobres, ayuda a los que necesitan algo, ¡Ve a visitar a los que están solos!” Pues como dije y después fue escrito en la Biblia: “Escucha bien: Todo lo que regales a tus semejantes para aliviar su necesidad, lo contare como si me hubieras dado a mi personalmente”.

Ya has leído en mi libro (La Biblia) que diré a mis amigos: Vengan, Benditos de mi Padre, Hereden el Reino preparado para ustedes desde la fundación del mundo.
Porque tuve hambre y me diste de comer, tuve sed y me diste de beber, fui forastero y me recogiste, estuve desnudo y me cubriste, enfermo y me visitaste, en la cárcel y viniste a mí.

Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te sustentamos, ó sediento y te dimos de beber? ¿Y cuando te vimos forastero y te recogimos, ó desnudo y te cubrimos, ó cuando te vimos enfermo ó en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey les dirá: De Verdad les digo que cada vez que lo hicieron a uno de estos mis hermanos más pequeños, ¡Fue a mí a quien lo hicieron! (Mateo 25:34-40).

Hay personas que dan a los pobres con ocasión de mi cumpleaños, ¡Papá les bendiga! Pero por lo general, la gente no parece hacer ningún caso de mi consejo.

Lamentablemente cada año que pasa es peor. Llega mi cumpleaños y solo piensan en las compras, en las fiestas y en las vacaciones, y yo no pinto nada en todo eso, me recuerda lo que le sucedió a un amigo mío, un simpático hombre negro llamado Jorge.

Llevaba meses intentando sin éxito entrar a una iglesia. Era una iglesia muy exclusivista de gente “seria y decente”, y allí no querían a Jorge... El se fue triste de allí, pues lo que en realidad andaba buscando en su corazón era a mí.

Me lo encontré sentado fuera en la escalinata, con el rostro hundido entre las manos y los ojos llenos de lágrimas, y le pregunte que le pasaba. Cuando me lo contó le puse un brazo sobre los hombros y le dije: “Jorge te entiendo muy bien. Yo llevo años tratando de entrar en esta iglesia y a mí tampoco me dejan” Yo no estoy en ninguna iglesia en particular, yo estoy en todas partes donde estén dispuestos a charlar conmigo.

Me estoy empezando a cansar de que en navidad tanta gente se obsesione con los regalos y los adornos. Toda paciencia tiene su límite, aún la mía.

Así que hijo, voy a contarte un secreto. Se trata de algo que vengo pensando desde hace bastante, y dada la situación creo que voy a tener que llevarlo a la práctica muy pronto. ¡Estoy pensando hacer mi propia fiesta! ¿Qué te parece? Sera el festejo más grandioso y fantástico que te puedas imaginar.

Mi amigo Juan ya descubrió el pastel hace un tiempo (véase Apocalipsis 19:6-9), ¡Pero en realidad no logro describir plenamente como será! ¡Te quedaras maravillado! ¡Será la mejor fiesta que te puedas imaginar! ¡Se servirá el mejor vino añejo que hayas probado en tu vida! (Mateo 26:29) ¡Y te aseguro que la comida será divina! (Apocalipsis 2:7,17)

La verdad es que ya llevo bastante tiempo preparándola, pero es posible que tarde aun un poco en detallarlo todo, por lo que quizá no la pueda hacer este año. De todos modos ya estoy enviando invitaciones, porque tengo la seguridad de que no querrán perdérsela. (Apocalipsis 22:17) no te olvides de traer a tus familiares y amigos.

Habrá sitio para miles de millones de personas, para todo el que quiera venir, asistirán celebridades y personas famosas de todas las épocas, ¡Y te reservare un puesto de honor al lado de ellas! (Mateo 8:11)

¡Así que prepárate porque cuando todo esté listo daré la gran sorpresa! ¡Y muchos se quedaran con las ganas por no haber contestado mi invitación! ¡Por favor dime enseguida si quieres venir, y te reservare un lugar y escribiré tu nombre en grandes letras doradas en mi gran libro de invitados!

Se despide con mucho cariño…
Jesús.

… P.D. No pretendo que seas religioso, no quiero que sigas a ninguna iglesia, solo quiero que me recuerdes, que seas mi amigo, que sepas que nací para ti, que morí para ti. Quizá ahora no lo entiendas, pero si me buscas, si platicamos tú y yo a solas, poco a poco comprendas todo lo que vine a enseñarte a este mundo, quizá te des cuenta de que morí para darte los regalos más preciados, para que tengas la oportunidad de conocer a mi padre… TU PADRE… NUESTRO PADRE.

Es por eso que aun, con toda esa navidad ficticia que viven en tu mundo, aun siguen pasando cosas hermosas, como la reconciliación de seres queridos, como el perdón tan necesario, como los reencuentros, como miles y miles de milagros que suceden en estas fechas… Porque yo quiero que así sea… Porque Te Amo.

Cuando festejes la Navidad recuerda que Naci para enseñarte el amor del Padre, que festejas la Navidad porque es motivo de dicha y esperanza real de que Dios te espera para acunarte en sus manos… Pero vayamos poco a poco…

Siempre Contigo… Jesús.


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